La primera mujer corredora se esconde en Cibeles

Atalanta, representada en la mitología como una mujer atlética, fuerte y bella, fue la primera mujer corredora.

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viernes, 31 de octubre de 2008

La primera mujer corredora se esconde en Cibeles

En la mitología griega, Atalanta fue una heroína vinculada al ciclo arcaico, consagrada a Artemisa, diosa de la cacería, y reconocida por sus inmejorables habilidades para la caza.


Su padre quería únicamente hijos varones y por eso, al nacer Atalanta, la abandonó en el monte Partenio a su suerte. Pudo sobrevivir gracias a que una osa la cuidó y la amamantó, hasta que unos cazadores la encontraron y decidieron criarla.

Además de estar consagrada a Artemisa, lo que implicaba que debía mantenerse virgen, le predijo un oráculo que el día en que se casara, iba a ser convertida en animal. Por ello, y para evitar cualquier pretendiente, anunció que su esposo sería sólo aquel que lograra vencerla en la carrera, con la condición de que si ella triunfaba, debía matar a su oponente. Sin embargo, a pesar del peligro, muchos lo intentaron e irremediablemente perecieron, porque era invencible, aún cuando les daba alguna ventaja al inicio de la carrera.

Hasta que llegó el momento en que apareció el joven que logró vencer a Atalanta en la competencia. Este apuesto joven llamado Hipómenes decidió probar suerte en la carrera para obtener la mano de Atalanta, pero tenía una gran ventaja y es que llevaba con él unas manzanas de oro que le había regalado Afrodita, diosa del amor, y que procedían del jardín de las Hespérides, y con ellas engañó a Atalanta; cada vez que la joven le iba a dar alcance, Hipómenes dejaba caer una de las manzanas, que Atalanta se detenía a recoger fascinada por su belleza. Mientras ella se distraía con cada manzana que caía, el joven pudo vencerla y así obtuvo su mano.

La pareja muy enamorada vivió feliz durante un tiempo, compartiendo sus cacerías y hazañas. En una de estas persecuciones, los esposos entraron en uno de los santuarios de Zeus, y enamorados como estaban se detuvieron y gozaron de su amor. Zeus montó en cólera por el sacrilegio y transformó a la pareja en dos leones. Aparentemente, los griegos creían que los leones no se cruzaban entre sí, de manera que al convertirlos a ambos en leones, Zeus estaba no sólo quitándoles su condición humana, sino condenándolos a una vida separada. Además de transformarlos en leones, los condenó a tirar del carro de la diosa Cibeles.

Atalanta es de gran importancia, pues simboliza la mujer contestataria que se rebeló contra todos los esquemas patriarcales de la Grecia Antigua y logró obtener el respeto de sus contemporáneos así como de la posteridad.

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