La primera mujer corredora se esconde en Cibeles

Atalanta, representada en la mitología como una mujer atlética, fuerte y bella, fue la primera mujer corredora.

Lili Álvarez

Pionera del deporte femenino español, y primera en participar en unos juegos olímpicos.

Marta Vieira

Cuando el futbol se transforma en magia

Esgrima

Espíritu olímpico

JJOO, una dura carrera para la mujer

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Esgrima

Dados los orígenes de la esgrima, podemos verlo como un deporte masculino y agresivo donde se combate con un arma blanca. Pero también podemos analizarlo como un deporte desenfadado donde se potencia la concentración, la velocidad, los reflejos, el equilibrio y la coordinación y cuyo origen también, le hace tener hoy en día un halo aristocrático y romántico.



Por otro lado, es otro deporte más al que a las mujeres no se les ha permitido acercarse a nivel competitivo hasta recientemente. Es cierto que en competición olímpica pudieron hacerlo en 1924 en París, pero sólo fue en la modalidad con florete. Para hacerlo en las otras dos, espada y sable, tuvieron que esperar hasta 1996 y 2004 respectivamente.

Origen de la esgrima
Como deporte olímpico, es uno de los cuatro que siempre han estado presentes en los Juegos Olímpicos modernos desde su inicio en 1896 en Atenas. En algunos textos podemos leer que es el único deporte olímpico de origen español.

Pero como no hay que olvidar que la esgrima parte del manejo de un arma, y dado que el hombre desde los inicios de la humanidad siempre ha tenido la necesidad de fabricar armas, bien para cazar, bien para atacar o defenderse, la tarea de investigar el verdadero origen de la esgrima es ardua y complicada.

Si nos remontarnos 4.000 años atrás, en Egipto, registros arqueológicos encontrados como un bajo relieve del templo Medinet-Abou, construido por Ramsés III en 1190 a.C., nos muestran escenas de competición donde las armas son botonadas, las manos protegidas por un guante, se usan máscaras y hay jueces. Los chinos ya tenían sus propios maestros de armas veinte siglos antes de nuestra era. Homero dedica dos capítulos de la Iliada a un enfrentamiento con espada. Y así se podrían seguir dando ejemplos hasta llegar a la Edad Media, donde eran tan frecuentes los duelos con espada, que en Europa surgieron las primeras “salas de esgrima” donde practicar y perfeccionar la técnica. Todo ello, unido a la aparición de espadas más ligeras, contribuyó a ver el uso de este arma también como un deporte y a fomentar su práctica.

Se dice que en 1474 aparecen en España las primeras reglas de la esgrima, que es aquí donde nace este deporte, y que lo hace con la “espada ropera”, llamada así porque era usada como complemento del vestuario masculino de la época.

En el s. XIX, con la prohibición de los duelos, la esgrima pierde sus connotaciones más violentas y se fomenta como deporte incluso para contribuir al desarrollo intelectual.

Conceptos y normas básicas



La esgrima consiste básicamente en un asalto donde sus participantes, mediante movimientos más o menos complejos y rápidos, tienen que sumar puntos a base de lograr tocar con su arma la parte del cuerpo de su contrincante permitida en cada modalidad .

Los encuentros se desarrollan en una pista de 14 metros de largo por 1.50 metrods de ancho.

Tirador - Nombre que reciben los/as esgrimistas.
Tocado – Momento en el que el arma de uno de los participantes hace contacto con el otro.

Florete – Arma de acero templado con una hoja cuya longitud máxima es de 90 centímetros y peso inferior a 500 gramos, flexible, de sección transversal rectangular y con punta roma. La competición en esta modalidad solo permite como zona de ataque válida el torso.

La esgrima con florete se considera la más técnica de las tres y la que precisa más habilidad mental y física, ya que sus movimientos son más rápidos. El Tirador deber defenderse del ataque del contrario antes de iniciar el propio.
Espada – Arma de acero templado con una hoja de longitud máxima igual al florete pero ligeramente más pesada, su peso es inferior a 750 gramos, es bastante más rígida, de sección transversal rectangular y la protección de mano, llamada cazoleta, es más grande. En esta modalidad se permite el toque en cualquier parte del cuerpo y pueden existir los tocados dobles, es decir, cuando los dos tiradores se tocan mutuamente a la vez. A diferencia del florete y el Sable, en el ataque, se busca el blanco mas cercano siendo este el brazo armado del oponente y su pierna adelantada.

El asalto con espada es lo más parecido a lo que era un duelo real.

Sable - Arma de acero templado cuya hoja tiene una longitud máxima de 88 cms. y peso igual que el florete (500 grs.), de sección transversal en forma de T y una campana cóncava que se curva bajo la mano. A la hora de competir en esta modalidad está permitido el tocado con la punta y el corte con el filo y contrafilo de la hoja, y la zona de ataque válida para puntuar es la de cintura para arriba.

Mujeres en la esgrima

La información de la que se dispone acerca de la relación de la mujer con la esgrima y sus comienzos es escasa. La mayoría de los medios consultados se limitan a dar alguna fecha y un par de nombres, y en muchos casos dicen más las fotos que los artículos que las acompañan.



Toda la información referida a épocas anteriores al siglo XX es casi inexistente y cuando la hay, en muchos casos es puesta en duda por el propio autor. Pero mucho me temo, que esto será “piedra con la que tropezar” en casi todas mis futuras consultas histórico-deportivas femeninas. Así que he decidido dejar todas las “piedrecillas” que me he encontrado por la red, que aunque pequeñas, algún día podrán ser muchas:
- s. XV: Se dice que “como deporte se origina en España…Hombres y mujeres lo practicaban…”. Prueba de ello es la leyenda que rodea a la princesa Ana de Éboli cuando se habla de cómo perdió su ojo. Entre una de las causas que se barajan está la de un accidente con el florete de su maestro mientras practicaban esgrima.


- s.XIX: En Nueva York existen academias donde las mujeres se ejercitan practicando esgrima. Así lo indica esta ilustración del año 1888.

- 1912: En EEUU se celebra la primera competición de esgrima de carácter nacional donde participan mujeres. La victoria es para Adelaida Baylis.

- 1924: Las mujeres debutan en esgrima en competición olímpica, 30 años después de que lo hagan los hombres, en la modalidad individual con florete en los JJOO de París. La medalla de oro es para la danesa Ellen Osiier que obtuvo el título con una victoria rotunda.
- 1960: En los JJOO de Roma se añade al programa de competiciones en la esgrima la categoría de equipo femenino con florete. Vence el equipo de la URSS, seguido de Hungría e Italia. En categoría individual femenina la medalla de oro es para la alemana Heidi Schmidt.
- 1996: Se introduce en competición olímpica, en Atlanta, la esgrima femenina con espada, tanto en categoría individual como en equipo. La francesa Laura Flessel se alza con la medalla de oro en individual y Francia en espada por equipo.





- 2004: Las mujeres participan por primera vez en unos JJOO (Atenas) en categoría individual con sable. La medalla de oro fue para la norteamericana Mariel Zagunis, que curiosamente aunque no se había clasificado para competir, al no enviar Nigeria a su participante, fue seleccionada en el último momento.



Anecdota


Magnífico cartel el de los Juegos Olímpicos de Paris de 1900. Pero es curioso, que las mujeres no participaran en esgrima hasta 1924.

sábado, 8 de noviembre de 2008

Correr en España no es correr en pakistan

(8/11/2008)
En la red se pueden encontrar noticias como la que se muestra a continuación, que aun siendo del 2005, desgraciadamente demuestra lo diferente y difícil que es para muchas mujeres de algunos países, hoy en día, vivir en libertad y poder hacer deporte con el mismo derecho y tranquilidad con que lo hacemos aquí, en España.

Violencia contra las mujeres en una carrera en Pakistán
20 de abril de 2005
Gujranwala, Pakistán – Varios centenares de militantes de la coalición de partidos religiosos extremistas islámicos MMA han actuado con extrema violencia, utilizando palos, piedras y armas de fuego, en un estadio deportivo de Gujranwala (Punjab), contra los espectadores que presenciaban una carrera a pie de 3 km en la que participaban mujeres por primera vez en esa ciudad conservadora.
Zilla Hume, de la Asamblea del Punjab, manifiesta que "Entre las 1800 mujeres que participaban había estudiantes, madres de familia y abuelas. Habían tomado la salida después de los hombres. Además, todas estaban vestidas con la shalwar kamiz (túnica local que cubre todo el cuerpo) y un velo. Era un acontecimiento para animar a las mujeres a hacer deporte y salir de sus casas. Pero esos manifestantes consideran que la mujer debe permanecer encerrada en casa".


En España, desde hace cuatro años, se celebran un conjunto de carreras repartidas por diferentes provincias donde las mujeres son las protagonistas, La Carrera de la Mujer. Es un ejemplo de evento deportivo con participación femenina con el que invito a reflexionar sobre la diferencia antes mencionada. He participado en dos ocasiones en la que se organiza en Madrid y ninguna de las carreras que habitualmente corro, me ha llenado tanto de emoción y de felicidad. Mujeres de todas las edades y libres hemos invadido algunas calles de Madrid para sudar con alegría y compartir, en la mayoría de los casos sin pretensiones deportivas, 5 Km. de asfalto que nos han hecho reír, saltar, gritar y disfrutar, además de correr. Volveré a participar en la próxima, y esta vez, cuando den la salida y todas avancemos sonrientes, recordaré a las mujeres pakistaníes de la carrera de Gujranwala. Y ojalá, además de recaudar para fines benéficos como la lucha contra el cancer de mama, estas celebraciones nos sirvan también como forma de seguir revindicando nuestros derechos y recordando que hay muchas mujeres que viven en climas de desigualdad, de abuso y de falta de libertad.

Marta Dominguez

Facilmente la reconocemos por la cinta rosa que siempre lleva en la cabeza, regalo de su abuela y que utiliza como amuleto. Es también reconocible por su amplia sonrisa, pierda o gane, se caiga o se levante. Muestra de ello es su participación en los Juegos Olímpicos de Pekin 2008, donde dejó claro qué es el espíritu deportivo y cual es la receta que la ha llevado a conseguir los títulos que ha ganado: esfuerzo, lucha y optimismo.
"Durante las fiestas de Santa Rosa en Venta de Baños como en otros muchos pueblos existían gran cantidad de competiciones deportivas, entre ellas, una carrera, que para todo el mundo sería una de las tantas que había visto, pero para nuestra pequeña Marta constituyó su inicio en el mundo del atletismo de una manera fulgurante ganando, contra todo pronóstico, a las favoritas de la época y demostrando desde tan temprana edad ese carácter que le ha hecho ser como es. Y es que no sólo era un año menor al resto sino que aún no había empezado a entrenar."
( Juan Vallés -BIOGRAFÍA DEPORTIVA)

El palmarés y la trayectoria de Marta nos muestran a una polivalente atleta de fondo y medio fondo que se supera y avanza, que los retos son su fuerte y es capaz de destacar tanto en carreras de 1.500, 3.000 y 5.000 m, sean en pista cubierta o campo a través, o como en la actualidad, en los 3.000 m. obstáculos.

PALMARÉS

Entre sus más recientes títulos destacan:

- Medalla de Plata en 5.000 m en el Campeonato del Mundo 2001 y 2003
- Medalla de Oro en 3.000 m en el Campeonato de Europa (pista cubierta) 2002
- Medalla de Oro en 5.000 m en el Campeonato de Europa de Atletismo 2002 y 2006
- Campeona de Europa de cross individual y por equipos en 2007

Hasta la fecha actual, Marta Dominguez ha logrado algo que ninguna otra atleta Europea ha logrado, ser campeona de Europa en Pista Cubierta, al aire libre y campo a tavés.

JUEGOS OLÍMPICOS
Marta Domínguez ha estado en en los Juegos Olímpicos de verano de 1996 en Atlanta con 20 años, cayendo en primera ronda en la prueba de 1.500 m. En los celebrados en 2000 en Sidney participó en 5.000 m., donde audió tras conseguir su medalla de oro en los 3.000 m en el Campeonato de Europa por naciones, y un inoportuno resfriado la hizó que quedara eliminada en semifinales. No pudo acudir a Atenas 2004 por una lesión en el tendón de su pie izquierdo, así que con la asignatura pendiente de los Juegos Olímpicos y pletórica de energías se presentó en la pasada edición de Pekin 2008, está vez, en una prueba en la que apenas tenía experiencia , los 3000 m obstáculos.
De nuevo, la mala suerte se cebó con ella, y en el último paso de valla, cuando parecía que se alzaría con la plata, tropezó y cayó al suelo. Aunque intentó retomar la carrera, ni siquiera pudo incorporarse, acabando semidesmayada contra la valla publicitaria.


En la retina de todas y todos ha quedado esa imagen. Pero lo que jamás se nos olvidará, es el coraje, la fuerza y el optimismo que demostró minutos después frente a las cámaras de televisión:

"No pasa nada, hay que seguir luchando. Soy una persona muy luchadora y esto todavía me va a hacer más fuerte para seguir. La vida es así"
Marta, en Pekin 2008 nos diste una estupenda lección de lo que es el esfuerzo, la lucha y el espíritu de sacrificio. Y lo que es más importate, con tu ejemplo nos demuestras lo que es seguir adelante.

"A lo mejor a la cuarta es la vencida. Me hubiera gustado hacer una buena posición en los Juegos Olímpicos. La verdad es que parece que estoy gafada, pero creo en el destino y quizá sale algún día".
Seguro que sale. Seguro que algún día te veremos subida al podio olímpico con esa sonrisa que no perdiste al caer.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Comienzos de la mujer en los Juegos Olímpicos

En la actualidad, la mujer está presente en el mundo del deporte en casi todas las especialidades, pero no siempre ha sido así, ya que se ha tratado de un espacio, como muchos otros, donde los hombres han sido los protagonistas. Es más, todavía hay países donde a las mujeres no se les permite, o se ejerce algún tipo de presión para que no lo hagan, ejercitarse y participar en actividades de índole deportiva.

Son muchas las barreras que tuvieron que superar las “pioneras”, de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, para que ahora podamos estar presentes en las competiciones que se celebran tanto a nivel internacional como a niveles más locales en la mayoría de los países. Los conocidísimos y celebrados Juegos Olímpicos, son un ejemplo de esas barreras. En 1900, en los Juegos de París, pudieron participar por primera vez las mujeres. Lo hicieron once (junto a 1319 hombres), y solamente en categorías como golf y tenis, y cuatro años después en tiro con arco.

El francés Pierre de Coubertin, creador de lo Juegos Olímpicos modernos, tenía una visión del papel de las mujeres en esta celebración muy alejado del que, afortunadamente se tiene hoy. Él creía firmemente que debía limitarse a coronar a vencedores, y se encargó de defenderlo hasta su muerte con manifestaciones del tipo:

Si los deportes femeninos fuesen cuidadosamente separados de la variante espectáculo, no habría ninguna razón para prohibirlos. Ya veremos que pasa. Quizás las mujeres se darán cuenta, rápidamente, de que esta tentativa no beneficia a su encanto ni a su salud, sin embargo, lo que sí tiene interés es que la esposa participe con amplitud en los placeres deportivos de su marido, incluso que dirija de forma inteligente la educación deportiva de sus hijos. Una Olimpiada femenina sería impracticable, inestética e incorrecta” 1912


Gracias al trabajo de mujeres como Alice Milliat se creó en 1921 la Federación Internacional Deportiva Femenina (FIDF). Esta Federación organizó unos Juegos Mundiales Femeninos en París en 1922 y en Goteborg en 1926. Esto contribuyó a que el Comité Olímpico Internacional decidiera abrir sus puertas a las mujeres en algunas pruebas, aunque poniendo muchas trabas a lo largo de las siguientes celebraciones olímpicas.


En 1928 en los JJOO de Ámsterdam se permitió la participación femenina en atletismo, aunque sólo en tres pruebas: 100 m., salto de altura y 800 m. En esta última algunas atletas cayeron exhaustas en la meta, y esto fue la excusa perfecta para que el COI decidiera eliminarla del programa alegando que tras basarse en estudios médicos las carreras de más de 200 metros de distancia provocaban en las mujeres “envejecimiento prematuro irreversible”.

Desgraciadamente, la controversia levantada tuvo como efecto que las mujeres tardaran 32 años en volver a disputar una carrera de 800 metros olímpicos. La maratón femenina no llegó hasta 1984 en los JJOO de los Ángeles.

A pesar de ello, los Juegos Mundiales Femeninos se volvieron a celebrar en Praga en 1930 y en Londres en 1934. Finalmente el COI claudico, la FIDF se disolvió en 1938 y las mujeres pudieron ir ganando protagonismo con el paso del tiempo.

La carrera no ha terminado
En 1928 en Ámsterdam, los JJOO contaron con una participación femenina de casi el 10 por ciento, pero el crecimiento no empezó a verse hasta 1976 con un 20 por ciento. A partir de aquí, la participación de mujeres fue del 25 por ciento en 1988 y el 35 por ciento en Atlanta. La progresión ha seguido, y en los juegos de Atenas de 2004 y en los de Beijing 2008, ha sido del 40 y 45 por ciento respectivamente.

Estas cifras, aunque buenas, no nos deben hacer olvidar que todavía hay mucho que avanzar en la lucha por la no discriminación de la mujer en el deporte, y en concreto en los JJOO.

La Carta Olímpica estipula que “toda forma de discriminación con respecto a un país o una persona, ya sea por razones raciales, religiosas, políticas, sexo u otras es incompatible con la pertenencia al Movimiento Olímpico”. Pese a ello, 26 países no incluyeron a ninguna mujer en sus delegaciones en los Juegos de Atlanta, en Barcelona, 35 fueron las que tampoco lo hicieron, en Sydney 9 y en Atenas 6.
La discriminación continua hoy en día, y no sólo a nivel participativo, sino a nivel de organización, las mujeres miembros del COI siguen siendo una cifra muy reducida respecto a la cifra masculina. A esto hay que añadir el salario y las primas que reciben las mujeres deportistas, en muchos casos claramente inferior al de los hombres, y la difusión que los medios de comunicación hace de la participación de las atletas, reducida, a veces omitida, y otras salpicada de tintes sexistas donde se cuestiona antes su belleza que sus méritos y logros deportivos.
Y aunque los avances no deben conformarnos, sí que también debemos alegrarnos y celebrarlos, por lo que suponen y por el esfuerzo invertido desde hace muchos años.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Zapatillas de correr para mujer ¿marketing o publicidad?

¿Realmente corremos las mujeres de distinta forma que los hombres? ¿Es necesario usar un calzado específico de mujer para correr? ¿O se trata sólo de una estrategia de mercado para aumentar las ganancias de las marcas deportivas?

Cada vez son más los modelos de calzado deportivo orientado para la mujer y diferenciados en algunos aspectos del de los hombres. A simple vista, puede parecer que salvo por las tallas, el tamaño y los colores, se trata de modelos casi iguales. Y atendiendo a datos técnicos como amortiguación, estabilidad y tipo de pisada (pronadora, neutral o supinadora) nos encontramos con que las semejanzas aumentan.

Entoncés, ¿debemos usar zapatillas diseñadas para mujer a la hora de correr? ¿Merece la pena?

Quizá sea importante analizar la forma de correr de la mujer para obtener una buena respuesta.

A nivel físico, cabe destacar que el talon del pie femenino es mucho más estrecho que el masculino, y esto sí se aprecia en las zapatillas, que son más estrechas en la parte trasera.

Nuestras caderas son más anchas y esto influye en el ángulo que tiene la pierna desde la cadera hasta la rodilla, apuntando hacia adentro, con lo que la manera de mover, apoyar e impulsar el pie en la carrera se ve alterado de distinta forma que el del hombre. Las mujeres tendemos a utilizar más la parte interior del pie a la hora de apoyarlo, con lo que el grado de pronación es algo más acentuado que el del hombre en el momento de la impulsión del pie en la zancada. Y dependiendo del calzado que llevemos, si no se ajusta a nuestra manera de pisar, estaremos haciendo sufrir a nuestras caderas.

Es conveniente hacerse un estudio del tipo de pisada a la hora de elegir las zapatillas, o sencillamente observar la zona de desgaste de nuestro viejo calzado. Si está más deteriorada la zona interior, más pronadora es nuestra pisada, si por el contrario es la parte exterior la que está más desgastada, nuestra pisada sera supinadora. Si no se observan diferencias en ninguna de las dos zonas, tendremos pisada neutral.

El tipo de pisada también puede estar influyendo en el control del equilibrio de nuestro cuerpo. Por ello es importante tener en cuenta el tipo de estabilidad de las zapatillas que usemos.

En cuanto a la amortiguación, el peso menor de las mujeres, y en ocasiones la menor velocidad a la que corren, hacen que el impacto de sus pies en el suelo sean con menos fuerza, así que de nuevo este aspecto técnico también se diferencia. Y como la salud de nuestras rodillas depende mucho de la amortiguación de nuestras zapatillas, conviene también tenerlo en cuenta.

Por último, conviene buscar modelos flexibles de calzado, que nos exijan menos fuerza, y por tanto menos esfuerzo a la hora de flexionar el pie. Y es que pensemos en la cantidad de veces que repetimos todos y cada uno de los movimientos del pie en la zancada a la hora de correr.

De todas formas, cada deportista tiene sus necesidades, sea hombre o mujer, y puede haber mujeres que necesiten más mortiguación, o suelas más duras, pero sí es interesante y recomendable tener en cuenta las características que se dan más a menudo entre las mujeres y las diferencias en nuestra manera de correr, para buscar así un calzado más apropiado y que nos aleje de fatigosas lesiones.

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